LAS ESTRELLAS DE MAR …Un cuento sufí

starfish_girlHabía una vez un escritor que vivía a orillas del mar; donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro.

Una mañana de invierno, cuando salía a pasear por la playa se sorprendió al ver miles de estrellas de mar sobre la arena, prácticamente estaba cubierta toda la orilla.

Se entristeció al observar el gran desastre, pues sabía que esas estrellas apenas podían vivir unos minutos fuera del agua. Resignado, comenzó a caminar con cuidado de no pisarlas, pensando en lo fugaz que es la vida, en lo rápido que puede acabar todo.

A los pocos minutos, distinguió a lo lejos una pequeña figura que se movía velozmente entre la arena y el agua. En un principio pensó que podía tratarse de algún pequeño animal, pero al aproximarse descubrió que, en realidad, era una niña que no paraba de correr de un lado para otro: de la orilla a la arena, de la arena a la orilla.

El hombre decidió acercarse un poco más para investigar qué ocurría:
Hola -saludó.
Hola -le respondió la niña.
¿Qué haces corriendo de aquí para allá? -le preguntó con curiosidad.

La niña se detuvo durante unos instantes, cogió aire y le miró a los ojos.
¿No lo ves? -contestó sorprendida- «Estoy devolviendo las estrellas al mar para que no se mueran».

El hombre asintió con lástima:«Sí, ya lo veo, pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas. Tu esfuerzo no tiene sentido».

La niña se agachó, cogió una estrella que estaba a sus pies y la lanzó con fuerza al mar:«Para esta sí que ha tenido sentido».

El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con la joven y las estrellas de mar por encima de las olas.

A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó a la joven y le ayudó a salvar estrellas…

REFLEXIÓN:“Como no se puede hacer todo, será mejor no hacer nada”, sería el engañoso lema del pesimista en este caso encarnado en el escritor, que demuestra la falta de compromiso y de acción, la pasividad e indiferencia, la comodidad o la apatía frente a las circunstancias.

CÓMO AYUDAR A NUESTRO «PATITO FEO» (Mejorar la autoestima)

PATITOCuando Hans Christian Andersen escribió el cuento «El Patito Feo» tal vez pensó especialmente en chicos/as porque la infancia y la adolescencia son etapas donde buscamos nuestra propia identidad y es durante ese periodo evolutivo cuando se forma nuestra autoestima.

Al hablar de autoestima nos referimos a la valoración afectiva que hacemos de nosotros mismos.

Hay personas y experiencias que nos hacen sentir patitos feos y otras que nos ayudan a descubrir el cisne que somos.

Podemos considerar que somos personas valiosas, inteligentes y con muchas cosas que aportar o por el contrario, puede que consideremos que no valemos para nada, que no nos merecemos nada e incluso podemos pensar que nadie nos querría si realmente nos conociera. En este último caso, tendremos una baja autoestima que va a condicionar de forma muy importante nuestro día a día.

La autoestima se va desarrollando a lo largo de la vida, básicamente a partir de cómo los demás nos valoran y de cómo manejamos nuestros éxitos y fracasos.

Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus relaciones interpersonales, así como para poder decir “no” al otro sin sentirse mal por ello.

La autoestima va a funcionar en nuestra vida diaria como un filtro de lo que nos sucede, es como si la autoestima fueran unas gafas de sol que llevamos siempre puestas. Si nuestra autoestima es baja o negativa entonces nuestras gafas son negras y todo lo que nos sucede lo vemos de ese color.

Nosotros mismos construimos nuestra autoestima por lo que con nuestro trabajo, también la podemos modificar.

¿CÓMO MEJORAR NUESTRA AUTOESTIMA?

  • Dejar de criticarnos a nosotros mismos: No maltratar nuestra autoestima. La clave de una autoconfianza y una autoestima sólida es el correcto trabajo emocional de las sensaciones de valía y capacidad, así como las reacciones mentales automáticas (también llamados pensamientos automáticos: «soy inútil, «soy feo», «todo lo hago mal», «me doy asco», «si la gente me conociera de verdad, no me querría», etc.También tenemos derecho a equivocarnos.
  • Elaborar proyectos de superación personal: Una parte importante de nuestra autoestima viene determinada por el balance entre nuestros éxitos y fracasos. En concreto, lograr lo que deseamos y ver satisfechas nuestras necesidades proporciona emociones positivas e incrementa la autoestima.
  • Di adiós al perfeccionismo.Nunca llegarás a ser realmente feliz si sientes que nunca es suficiente.
  • Adueñarnos de nuestra vida: Sentirnos responsables. Adoptar el papel de víctimas, creyendo que todo lo malo que nos pasa es culpa de los demás o de la suerte nos impide tomar las riendas de nuestra vida.
  • Dejar de compararnos. Saber que somos seres únicos e irrepetibles y que como todos tenemos virtudes y defectos.
  • Reconocer nuestros éxitos o talentos. Hablar de ellos, celebrarlos y compartirlos.
  • Observarnos: Identificar nuestras áreas de mejora e intentar mejorarlas. Trabajar para ser quien queremos ser.
  • Tratarnos con cariño.  Cuidar la forma en que nos hablamos o como hablamos de nosotros mismos. No hay peor crítico que uno mismo.
  • Conócete a ti mismo.Sólo de esta forma podrás saber qué quieres en realidad y podrás manejar tus emociones. Sólo conociéndote de verdad podrás cambiar y mejorar lo que no te gusta. Conocerte implica poder mirarte sin juicio, aceptando tus limitaciones, tus sombras. En este sentido, el trabajo personal es fundamental. 

Obviamente, no se trata de volverse un experto en todas las actividades que la vida nos hace enfrentar para finalmente lograr una autoconfianza sólida. Tampoco se trata de adquirir o desarrollar todas las características y atributos que la sociedad propone como valiosos para lograr un autoestima fuerte. 

Es cuestión de conocerse, aceptarse y apreciar lo que uno es.

El entrenamiento en habilidades sociales, técnicas de solución de problemas, adaptación de las expectativas para que sean reales y el cambio de actitudes ante situaciones estresantes parecen ofrecer resultados significativos para quienes tiene una baja autoestima. Todas estas cuestiones se trabajan a través de la terapia psicológica.

Como sabemos, acudir a un  psicólogo no es solo cuestión de «locos» ni es necesario vivir una situación extrema. ¡DESDRAMATIZEMOS! Resulta útil también para aprender cuestiones básicas que resultan difíciles de resolver solos o que nos da vergüenza compartir con los demás.

Te recomiendo que veas otras entradas del blog acerca de la asertividad para completar esta información. 

“Toma la iniciativa, toma acción sobre tu vida”

¿CÓMO TE VEN LOS DEMÁS?

¿CÓMO TE VEN LOS DEMÁS?

Las opiniones de los demás contribuyen a nuestro autoestima y nuestro autoconcepto.

autoconocimiento

Como indica el proverbio árabeSi un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate a un espejo»

La «Ventana de JoHari»   de  Joseph Luft  y Harry Ingham presenta un modelo  explicativo  de la comunicación interpersonal. Constituye una clave interesante para profundizar en el autoconocimiento y analizar la dinámica de las relaciones interpersonales.

Existen dos procesos: ¿Que enseñamos a los demás? ( la exposición) ¿Que información recibimos de los demás? (retroalimentación )

El espacio interpersonal se divide en cuatro áreas:

johari

AREA ABIERTA 

Incluye todo lo que conocemos de nosotros mismos y  que los demás también conocen de nosotros:

– Las cosas que son evidentes: sexo, raza, cualidades externas, formas de realizar sus actividades cotidianas, etc.

– Todo aquello que comunicamos sin dificultad a los demás: sentimientos, ideas, opiniones públicas, gustos, etc.

Hay un  intercambio libre y abierto de información entre el yo y los demás. En este área de la comunicación, el comportamiento es público y accesible a todos.

AREA OCULTA : 

Incluye todo lo que yo conozco de mí, pero los demás ignoran:

– Sentimientos, vivencias, experiencias íntimas, etc.

– Todo aquello nos presenta dificultad de comunicar: opiniones privadas, gustos no conocidos por los demás, etc.

El área Oculta abarca el mundo de todo aquello que Yo conscientemente no comunico a los demás. De alguna manera no lo comparto por miedo a ser juzgado o rechazado por el grupo. A medida que la relación interpersonal se consolida este área va disminuyendo porque permito conocer a los demás más cosas de mí.

AREA CIEGA  

Este área incluye todo aquello que los demás ven en nosotros y nosotros no vemos

– Sentimientos de inferioridad, superioridad, frustraciones, miedos, etc.

– Todo aquello que conforma la impresión que causamos a los demás y que comunicamos en nuestro modo de ser, de comportarnos, en gestos y expresiones, etc.

¿Qué cosas saben los demás de mí que yo no percibo? pueden ser gestos, expresiones, manías….También algunas limitaciones de las que no somos conscientes, pero que los demás pueden observar y experimentar en el contacto con nosotros.

Si permitimos que los demás nos trasmitan su opinión o impresión acerca de nosotros podremos darnos cuenta de esa imagen que proyectamos en los demás, conoceremos más aspectos de nosotros mismos (por ejemplo nuestra reacción usual ante determinadas situaciones). Estar abiertos a la crítica o a esta información que los demás tiene de nosotros nos permitirá conocernos mejor y mejorar en nuestras relaciones interpersonales.

AREA DESCONOCIDA  

Incluye todo aquello que nosotros ignoramos de nosotros mismos y también ignoran los demás.

– Vivencias, instintos, contenidos de conciencia, experiencias reprimidas u olvidadas, etc.

– Todo aquello que conforma el mundo del inconsciente.

El área Desconocida representa aquellos factores de nuestra personalidad de los que no somos conscientes o que aún  son inexploradas.  Es el área de nuestras motivaciones inconscientes; área que representa nuestro aspecto “desconocido” o “inexplorado que algunos psicólogos lo denominan como “el potencial” o todas aquellas potencialidades latentes y recursos aún por descubrir. ¿Qué habilidades tengo y no conozco? ¿qué deseos no conscientes?

Te propongo un ejercicio creado por los autores de la ventana de Johari para conocerte mejor a tí mismo:

1º. Escoge de la lista entre 5características que tú consideres que son las que mejor te representan.

2º. Pidele a distintas personas que te digan  5 características que según ellos son las que mejor te definen como te describirían con 5 características.

3º. Ahora pon en el cuadro de la ventana de johari todas las características que tienes:

  • Clasifica como Públicosaquellos rasgos que tú has identificado y al menos otra persona ha coincidido contigo.
  • Clasifica como Ciegos los rasgos que otros han señalado pero tú no.
  • Agrupa como Ocultaslas características que tú has enumerado pero que los demás no han reconocido en ti.
  • El resto de rasgos ponlos en el área Desconocida. Se recogen en esta área por descarte, no significa que necesariamente formen parte de tu subconsciente.
CONTROLA TU IRA

CONTROLA TU IRA

IRA

La ira y el enfado, son emociones relacionadas con la percepción de amenaza y suele provenir de sentirnos atacados  o en peligro. Es la emoción opuesta al miedo y es una expresión de la energía hacia fuera.

¿Cuándo el enfado es sano? Cuando nos ayuda a detectar y resolver problemas, a luchar para conseguir las metas y aliviar o superar obstáculos que nos impiden alcanzarlos.

¿Cuándo el enfado es insano? Se convierte en un problema cuando  experimentamos la ira de forma excesiva, demasiado intensa o sin control. Produciéndose un “secuestro emocional” que impide percibir serenamente la situación.

Conocer las situaciones que nos producen ira nos ayudará a conocernos, a darnos cuenta de qué cosas nos hacen sentirnos vulnerables.

Detectar las sensaciones corporales y los pensamientos que nos invaden antes de perder el control nos ayudará a darnos cuenta de cuando es el momento de poner en práctica estrategias para evitar actuar en contra de nuestros intereses.

Es importante no tomar decisiones bajo el efecto de emociones intensas, esas decisiones rápidas, suelen conllevar consecuencias indeseadas como sentimientos de vergüenza, arrepentimiento, etc. y frecuentemente agravan el problema.

Debemos responsabilizarnos de lo que pensamos, sentimos y hacemos. Por eso es necesario no dejarnos arrastrar por nuestra ira.

Existen estrategias que nos ayudarán:

LA PRÁCTICA DE LAS DISTINTAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN. Relajación muscular progresiva, relajación basada en la respiración, relajación en imaginación, relajación autógena, etc. Practicar habitualmente nos permite prevenir esos estados de ira y nos ayuda en caso de emergencia a focalizar la atención en controlar nuestros síntomas físicos para calmarnos.

LA TÉCNICA DEL TIEMPO FUERA: Alejarse de la situación cuando nos damos cuenta de que nos estamos enfadando y vamos muy probablemente a perder el control. Es una técnica de emergencia pero si se usa habitualmente puede ser un problema ya que evitaremos siempre afrontar las situaciones que nos generan ira.

PARADA DE PENSAMIENTO: Una vez que te has apartado del lugar del conflicto es recomendable alejarse mentalmente. Nada más detectar la idea o pensamiento que te produce ira debes decirte mentalmente o en voz alta «STOP» o «BASTA» y seguidamente intentar pensar en algo agradable o neutro, distrayendo nuestra mente.

BÚSQUEDA DE PENSAMIENTOS ALTERNATIVOS: Lo que pensamos y nos decimos a nosotros mismos influye en lo que sentimos. Darnos cuentan de nuestras  ideas o pensamientos  rígidos y exagerados, esos que nos victimizan, nos hacen sentirnos débiles… y cambiarlos por un pensamiento menos catastrofista, ajustado a la realidad o simplemente centrar nuestra atención en pensamientos positivos, que nos calmen y tranquilicen para poder a afrontar la situación.

A menudo creemos que no somos capaces de afrontar y aceptar situaciones a las que tenemos miedo, es ese miedo el que con frecuencia toma las riendas y hace que actuemos a la defensiva, atacando por miedo a ser heridos. En realidad nuestra debilidad es creernos débiles (cuando seguramente somos capaces de asumir y reaccionar adecuadamente).

Somos más fuertes de lo que creemos, solo tenemos que mantener a raya nuestros a demonios. Los que nos roban la calma, la fé y el tiempo de disfrutar y sentirnos dichosos.

La lucha siempre es interna, con nosotros mismos. Si uno está seguro de quien es, de cómo actúa y está abierto al exterior porque no tiene miedo entonces, nada puede ser imposible de aceptar, resolver o superar.

Para completar la información te recomiendo la lectura del siguiente libro:

COMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL. Amelia Catalán Borja

cómo-superar-el-descontrol-emocional