DEMENCIA: Consejos y cuidados

La demencia no es una enfermedad específica, hay muchos tipos de demencia. Esta enfermedad conlleva una amplia gama de síntomas asociados como el deterioro de la memoria a corto plazo y otras habilidades del pensamiento.

Al ser un trastorno progresivo, el deterioro aumentará por lo que tendremos que ir adoptando distintas estrategias a medida que los síntomas aparezcan.

A continuación veremos algunas situaciones que se pueden dar y como resolverlas como por ejemplo: conductas sexuales inapropiadas, conductas violentas, olvidos, delirios o ideas extrañas, problemas de comunicación, etc.

La enfermedad es una intrusa con la que debes aprender a convivir. Ella nunca se amoldará a ti por lo que debes diseñar estrategias y ser resolutivo/a.

No existe un tratamiento específico para la curación de aquellos pacientes que sufren demencia.. Los tratamientos de los que se dispone en la actualidad irán encaminados a paliar los síntomas y enlentecer la progresión.

Es importante ante determinadas situaciones recordar que estamos  con personas  que  tienen mermadas sus capacidad cognitiva ;lo que le produce confusión, por ello la empatía será nuestra mejor consejera.

A veces su comportamiento puede explicarse porque tiene una demanda emocional. Ellos también tienen necesidades afectivas.

Nuestra relación con ellos debe basarse en “conectar” con la persona, consolarla, tranquilizarla o distraerla. Evitar adoptar actitudes de experto o tratarles como niños o con indiferencia. Ese familiar o conocidos tampoco es la persona que era, su comportamiento no es el mismo y no debemos recibir las negativas, insultos o acusaciones como sentimientos reales hacia nuestra persona sino hacia su interpretación distorsionada de lo que ocurre.

ESTIMULAR LA MEMORIA A LARGO PLAZO

Hay que entrenar las capacidades mentales que la persona tenga conservadas es decir, la memoria biográfica o a largo plazo por ejemplo nunca insistir en que realice tareas en las que encuentra dificultad ya que solo conseguirás ponerle nervioso. Darse cuenta de que ya no es capaz de realizar algunas tareas elementales genera sentimientos incómodos de manejar.

La memoria a largo plazo se trabaja a través de actividades de reminiscencia para que recuerde su vida personal por lo que tienen que ser recuerdos significativos para la persona.

Para ello podemos utilizar fotografías antiguas, canciones, refranes, realizar diario o libro de experiencias  o un recetario, hacer un mapa genealógico familiar, o una simple conversación en la que le preguntemos por episodios de su vida.

orientación espacio-temporal a través de calendarios, relojes en distintas estancias, información de rutinas como medicación, teléfono de interés con la fotografía de las personas, carteles orientarnos que lo que contienen los armarios y cajones o de las estancias.

FOMENTAR EN TODO MOMENTO SU AUTONOMÍA

Proporcionarle apoyos no significa » hacerle las cosas». No haremos lo que esa persona sea capaz de hacer ya que debemos mantenerlos activos física e intelectualmente. Si puede participar en las actividades cotidianas debemos incluirlos para fomentar su autonomía.

Así se sentirán útiles y significativos. Nadie quiere ser tratado como una persona incapaz. Poder participar en nuestros cuidado y las pequeñas tareas del día a día nos permite tener identidad y le da sentido a despertarse cada mañana.

OLVIDOS:

Es muy importante no mover las cosas de lugar. Establecer entorno y rutinas predecibles. De forma que no tenga que usar la memoria a corto plazo que está dañada.

Tener paciencia. Si pregunta las cosas 20 veces, entonces 20 veces debemos responder. Sin recordar cuantas veces lo ha preguntado ¡recuerda! tiene falta de memoria a corto plazo. No lo hace para insistir.

Tranquilizar y dejar por escrito los acuerdos o indicaciones, horarios, citas médicas o instrucciones.

Enfocar la conversación entendiendo que la persona no es consciente de su falta de memoria.

Es importante utilizar el humor como estrategia para desdramatizar situaciones incómodas siempre que se tenga cuidado con la ironía.

Utilizar la contención verbal ante situaciones de nerviosismo o agresividad. Calmar, escuchar, mostrarnos con ganas de entender y llevarles con la conversación a un recuero o actividad agradable.

En caso de perder objetos o acusarnos de robos que no son reales simplemente ayudarle a buscar los objetos sin reproches.

Evitar en esta etapa que lleve documentación original o mucho dinero. La utilización del vehículo tendrá también que sustiturise por transporte publico y en compañía.

PROBLEMAS PARA COMUNICARSE : AFASIA

Las personas perderán la capacidad de entender los mensajes de forma auditiva o escritos y también de producirlos por lo que le debemos proporcionar apoyos como la comunicación a través de las imágenes.

No le hable con tono infantil. Utilice frases cortas.  Ofrezca instrucciones simples, de paso por paso.

Repita las instrucciones y espere más tiempo para recibir una respuesta. Trate de no interrumpir.

No hable sobre la persona como si no estuviera ahí mismo.

ALUCINACIONES Y DELIRIOS

Ante ideas exageradas o irreales no ridiculizar o enfadarse. Pueden ser alucinaciones o delirios. La forma adecuada de reaccionar es tranquilizar y cambiar de tema disimuladamente para centrar su atención en algo agradable. No negar lo que cree o lo que está sintiendo o viendo.

Recordar que no está mintiendo sino que cree que es real. Evitar alimentar el delirio o darle la razón “como a los locos”.

CONDUCTAS EXHIBICIONISTAS O SEXUALMENTE INAPROPIADAS

Pediremos que deje de hacerlo sin mostrar alarma ni enfado, con firmeza y un tono de voz calmado. Este tipo de comportamientos pueden ser frecuentes por la falta de control emocional que a veces trae aparejada la demencia.

Las erecciones no son controlables pero los tocamientos o masturbarse si. Corregiremos las conductas inapropiadas, pero no las erecciones. En la situación de que haya una erección ignorar.

Si se masturba solicitarle que lo haga a solas y llevarlo al baño para que se asee posteriormente.

INTENTOS DE FUGA O DEAMBULACIÓN ERRÁTICA

Es habitual que las personas con demencia intenten acudir a un lugar de su infancia o tiempo pasado que ya no existe.

Se debe observar con cuidado que nivel de desorientación tiene la persona para comenzar a cerrar las puertas con llave, darle un reloj o teléfono móvil con GPS.

También es frecuente que se pongan a caminar hacia algún lugar y luego olviden a donde querían ir o donde están.

Esto también sucede cuando realizan una actividad ya que olvidan rápidamente que estaban haciendo y como. Debemos recordárselo y centrar su atención en la tarea nuevamente.

Es necesario hablar y conversar con ellos ya que muchos sufren soledad y aislamiento.

Escuchar su historia personal y darle valor a lo que nos cuenta en vez de ignorar o tratarlo como “batallitas”.

La empatía y los comportamientos afectivos reducen el dolor de los pacientes. Esta afirmación se basa en la teoría de la compuerta (gate control) afirma que los estímulos no dolorosos cierran las «puertas» al estímulo doloroso, evitando que la sensación dolorosa viaje al sistema nervioso central. Por lo tanto, la estimulación no nociva es capaz de suprimir el dolor.

CONDUCTAS AGRESIVAS

Recordar que la persona está desorientada por eso debemos intentar calmarla y distraerla con alguna excusa. Confrontar no sirve y los castigos tampoco ya que se olvidarán de lo que ha pasado.

A pesar de olvidar la información concreta sin embargo si son capaces de recordar si alguien les hace sentir incómodos o relajados. Por ello es importante establecer una relación de ayuda basada en la empatía y ser asertivos. Tratarlos con dignidad para que colaboran con nosotros.

La medicación psiquiatrica puede ayudar para el control de impulsos asi que si aparecen este tipo de comportamientos podemos hablarlo con el médico.

Es importante entender qué es la demencia y aceptar el diagnóstico que tiene la persona, ya que en ocasiones este paso para los familiares es muy difícil.

Comprender  que la atención que debe recibir el enfermo debe ser una atención especializada y no una mera asistencia doméstica evitará situaciones de riesgo. El acompañamiento de los familiares también es muy importante ya que son las personas de referencia emocional.

Solicitar información y asesoramiento en asociaciones o en los servicios sociales es muy recomendable. Es conveniente solicitar paralelamente la valoración de dependencia para poder ofrecerle servicios como la teleasistencia o los centros de día, que permitirá tanto a la familia como a la persona con demencia, saber que recursos y opciones tiene en cada esta papara resolver los problemas que vayan surgiendo.

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