9 CONSEJOS PARA EVITAR EL ESTRÉS VACACIONAL

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Algunas personas padecen síntomas de “estrés vacacional” o “bajón veraniego” al dejar a un lado su habitual nivel de actividad, bien porque son personas de naturaleza activa o porque tienen trabajos estresantes.

Acostumbrados a la filosofía del «tengo que hacer», nos encontramos despojados de repente de nuestra rutina que sirve como red de soporte, en el entorno familiar y en el trabajo. Esa ruptura de rutina puede implicar desestabilizaciones emocionales. Nuestro cuerpo se acostumbra, durante el año, a unos ritmos que disminuyen durante las vacaciones. Y después cuesta volver al ritmo normal.

El estrés es una reacción normal en los seres vivos que actúan ante el ambiente con el fin de adaptarse mejor. No todas las personas tienen los mismos síntomas de estrés. Cada uno va a somatizar por la parte que sea más débil: pueden verse afectados físicamente, padecer problemas gástricos o dolores de cabeza.

La abundancia de tiempo libre nos otorga una libertad a la que no estamos acostumbrados y que, de alguna manera, nos desconcierta.

¿Qué se puede hacer para disfrutar plenamente de las vacaciones tan esperadas?

1. Intentar acabar todo el trabajo antes de irse sin dejar nada pendiente. Y hacer todo lo posible para que el último día de trabajo nos resulte agradable.

2. Es fundamental gestionar adecuadamente el tiempo. Es deseable tener unas expectativas adecuadas, que se puedan ajustar a unos ritmos realistas.

3. Dormir bien para evitar el nerviosismo y la ansiedad durante el día.

4. Una alimentación equilibrada nos va a ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad.

5. Elegir el tipo de vacaciones más parecido al carácter de cada uno. Si alguien es más obsesivo y ordenado, probablemente pueda pasar una agradable semana de descanso en Estocolmo y alrededores. Si, en cambio, nos gusta más la aventura y buscamos nuevas experiencias, será más lógico ajustarnos a un plan más propio de un trotamundos.

6. Desconectar incluye disminuir el uso de teléfonos móviles, ordenadores y tablets. Esta reducción nos va a ayudar a encontrar la tranquilidad. Hay quienes no desconectan porque se pasan las vacaciones leyendo correos electrónicos y contestando llamadas.

7. Se recomienda espaciar y repartir las vacaciones en periodos más pequeños de descanso, como por ejemplo, de un par de semanas.

8. Si planeamos un viaje es importante que tengamos unas expectativas ajustadas acerca de lo que esperamos hacer durante el viaje. Es decir, no intentar abarcar mucho en poco tiempo.

9. No idealizar las vacaciones pues en algunos casos genera sentimientos de frustración. Además, la convivencia con familia y amigos es más intensa, lo que deriva bien en satisfacción o bien en un conflicto, según se desarrolle la misma.

En vacaciones se pasa más tiempo en pareja o en familia y esto puede ser la causa de la aparición de conflictos afectivos. No es una casualidad que una tercera parte de los matrimonios que se separan en España lo haga durante la vuelta de las vacaciones

No es tan importante el tiempo que hay de vacaciones, como qué se va a hacer con ese tiempo del que se dispone. El principal objetivo de las vacaciones es el de ganar una oportunidad para cuidarse, disfrutar haciendo lo que a uno le gusta como vacuna para contrarrestar el estrés y romper con la monotonía en la que se vive día a día.

Algunos lectores de Prensa Ibérica me hicieron preguntas acerca de este tema en el encuentro digital que tuvo lugar el 7 de Julio 2015 en La provincia.es. Te invito a que leas las preguntas y respuestas pinchando en el siguiente enlace:

http://comunidad.laprovincia.es/entrevista-chat/6750/salud/encuentro-digital-sobre-psicologia-con-dara-espinaco/entrevista.html

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