¿PUEDO DEJAR DE SER CELOSO/A CON MI PAREJA?

Los celos, son un conjunto de creencias y no un hecho objetivo. Las perturbaciones o el sufrimiento que nos producen estos pensamientos, este delirio, no son consecuencia de las experiencias que tenemos en el día a día sino de ese diálogo interno que tenemos con nosotros mismos.

Está socialmente aceptado que es “normal” tener este tipo delirios y que son una forma de amor por lo que nos cuesta identificarlo como un problema. Este problema se llama celotipia: Las personas desarrollan sentimientos de celos que son muy intensos que se vuelven el centro de su vida, guía sus pensamientos y su forma de actuar.

Esa inseguridad puede producirse por experiencias de infidelidad propia o de una pareja en el pasado o entre personas significativas para nosotros, como nuestros padres.

Puede ser producto de la educación afectiva que hemos recibido o del modelo de pareja que hemos ido definiendo.

Independientemente de como se hayan adquirido esas creencias o pensamientos, se trata de una creencia irracional aprendida , por lo tanto, se puede desaprender o reeducar si se desea.

Algunos rasgos de personalidad de la persona celosa podrían ser: Dependencia emocional, preocupación extrema a ser abandonado, elevada necesidad de apoyo, necesidad excesiva de aprobación por parte de los demás, mantener relaciones exclusivas con la persona dependiente emocionalmente (ausencia de otras relaciones como de amistad o actividades con conocidos), quiere disponer continuamente de la presencia de la otra persona, apego ansioso/Inseguro debido tal vez a que en su infancia no recibió suficiente atención cierto sentimiento de abandono o de no sentirse querido por sus progenitores o personas de referencia ¿Te sientes identificado/a?.

Me gustaría aclarar que los celos son un signo de inseguridad, y no una prueba de amor.

El primer objetivo para dejar de sufrir por ello es  “darse cuenta” y entender el mecanismo por el que se retroalimentan los pensamientos o creencias,  los síntomas de ansiedad y las conductas de control y/o supervisión que se ejerce sobre la pareja para reducir el malestar (A-B-C) en inglés.

Los rituales de comprobación que adoptamos, al reducir temporal y brevemente nuestro malestar, se repiten de forma constante, estableciendo así una dinámica de desconfianza e inseguridad. Siendo cada vez más intolerante a la incertidumbre y sintiendo más miedo a perder a la persona querida.

El tratamiento o intervención psicológica consta de 3 etapas. La primera consiste en la evaluación y recogida de información acerca de esos pensamientos y situaciones que desencadenan los síntomas físicos de malestar.

El segundo paso es la explicación de cómo sus pensamientos y su conducta generan un refuerzo negativo de forma que sus miedos, en vez de reducirse, aumentan.

El siguiente paso es el entrenamiento en habilidades adaptativas para afrontar esas situaciones temidas en el día a día

Otro objetivo de la terapia psicológica en estos casos, es desarrollar una explicación alternativa acerca de esas emociones perturbadoras que son el resultado de los delirios. A esto le llamamos reconstrucción cognitiva descrita por el psicólogo Albert Elllis,  autor de la Terapia Racional Emotiva  (TREC).

Resumiendo, en el tratamiento para los celos de pareja tendremos los siguientes objetivos:

— Ajustar creencias irracionales o empíricamente no válidas acerca de la ansiedad.

— Disminuir la percepción catastrofista de las sensaciones físicas y de los acontecimientos negativos cotidianos.

— Aumentar la tolerancia a las sensaciones corporales desagradables.

— Aumentar el estado de ánimo.

—Generar explicaciones alternativas a las situaciones que no sean las que producen los celos.

—Pactar experimentos conductuales que demuestren que existen otras explicaciones a la reacción o actitud de mi pareja.

—Reducir las conductas comprobatorias y los rituales de control sobre mi pareja. La pareja no debe responder a esta llamada de seguridad porque el objetivo es que la persona se exponga a esas situaciones, de forma que genere tolerancia a sus propios temores, lo que a la larga, reducirá tu ansiedad.

— Preparar a la persona para exponerse a los pensamientos y a las situaciones que desencadenan las obsesiones.

Te propongo que respondas a las siguientes cuestiones para saber si eres una persona celosa  indicando de cero a cinco el grado de acuerdo con la afirmación propuesta. Donde cero significa nada de acuerdo y cinco muy de acuerdo (No es necesario que pienses mucho en la respuesta).

1. Si veo que mi pareja se ha dejado el móvil, lo cojo y lo reviso.

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2. Tengo mucho miedo a perder a mi pareja.

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3. Confío en mi pareja y también en mí mismo/a.

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 4. Sin el móvil de mi pareja encontrara fotos de su ex pensaría que le sigue queriendo más que a mí.

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5. Necesito saber continuamente dónde está mi pareja y qué hace.

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6. Una preocupación recurrente en mi mente es que mi pareja me sea infiel.

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7. Pienso que en una pareja cada persona debe tener su intimidad y su espacio.

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8. Me comparo constantemente con los ex de mi pareja o personas cercanas a él/ ella.

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9. Me siento bien conmigo mismo/a y no necesito tener pareja para ser feliz.

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10. Interrogó a mi pareja porque lo quiero saber todo.

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11. No me siento seguro/a de la relación al 100%. Pienso que todo se puede acabar cualquier día.

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12.Cuando mi pareja dice cosas buenas de una persona de mi mismo sexo, me siento inseguro/a.

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13. Las amistades del sexo opuesto mi pareja me intimidan y me generan inseguridad.

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14.Cuando mi pareja decide salir con su grupo de amigos sin mí, paso mala noche pensando con quién estará hablando.

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15. Si un día mi pareja va al trabajo más arreglado/a de lo habitual, pienso que quiere impresionar a alguien sexualmente en su trabajo.

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16. Cuando una persona mira con deseo a mi pareja, me siento menos que él/ella y aumenta mi inseguridad.

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17. Pensar sobre el pasado de mi pareja me pone nervioso/a.

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18. Llaman a mi pareja al teléfono y tengo que saber quién es o me siento mal.

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19.Me comparo con las exparejas de mi pareja. Busco en qué me parezco y en qué no.

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20. Si mi pareja me pide tiempo libre en la semana pienso cosas negativas sobre qué hará en ese tiempo libre.

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Si más de la mitad de las respuestas fueron mayor o igual al número 3 entonces tal vez  tus celos pueden estar afectando a ti y a tu pareja. Si es así te recomendaría acudas a un psicólogo/a para comenzar una terapia y mejorar tu calidad de vida.

ENCONTRAR PAREJA ¿Suerte o elección?

Vivimos en una época en la que podemos elegir pareja a través de aplicaciones que realizan cálculos de compatibilidad pero la mayoría de personas afirman haber encontrado a su pareja accidentalmente ¿Encontrar pareja es entonces una cuestión de suerte?.

En ocasiones, el deseo de vivir en pareja nos arrastra a una búsqueda infructuosa en la que iniciamos relaciones difíciles e insatisfactorias.

¿Cómo quieres que se tu pareja? ¿Qué valores deben tener en común? Es necesario pensar en ello sin obsesionarse o buscar desesperadamente a la persona que encaje en tu molde.

La certeza de que has elegido bien a tu pareja es la sensación de que es una relación fácil y fluida. Una relación donde ambos se admiran y se aceptan.

Los desacuerdos y las diferencias son parte de una relación, pero deben ir resolviéndose en vez de acumulándose para que no se convierta en una relación forzada y difícil.

Algunas personas pueden tener ciertos patrones a la hora de elegir a su compañero/a ¿Buscas siempre el mismo tipo de persona? Los estilos de apego establecidos en la infancia, pueden hacer que actuemos de forma automática sin darnos cuenta.

Hazan y Shaver argumentaron que las relaciones románticas adultas, como las relaciones entre bebés y cuidadores, son apegos, y que el amor romántico es una propiedad del sistema de comportamiento del apego.

Los estilos básico de apego son:

  • Evitativo: A menudo, mis parejas quieren más intimidad de la que me haría sentir cómodo/a.  Con frecuencia me siento algo agobiado/a por mis parejas. Me resulta difícil confiar en mi pareja por completo y permitirme depender de él/ella. Estoy nervioso/a cuando se acerca demasiado.
  • Seguro: Me resulta relativamente fácil acercarme a mis parejas y me siento cómodo dependiendo de ellas y de que dependan de mí. No me preocupa que me abandonen o que alguien se acerque demasiado a mí o quiera mucha intimidad. los adultos seguros tienen más probabilidades que los adultos inseguros de buscar apoyo de sus parejas cuando están angustiados. Además, es más probable que sean capaces de proporcionar apoyo a sus compañeros cuando están angustiados
  • Ansioso:  Quiero estar muy unida/o a mi compañero/a, y esto a veces asusta a la gente o les hace sentirse invadidos/as. A menudo me preocupa que mi pareja no me quiera o tengo la sensación de que en realidad no quiere quedarse conmigo. Me parece que a mis parejas no les gusta a acercarse emocionalmente tanto como a mí me gustaría.  Las atribuciones que las personas inseguras hacen con respecto al comportamiento de su pareja durante y después de conflictos relacionales exacerban, en lugar de aliviar, sus inseguridades.

Si te sientes identificado/a con alguno de estos perfiles, es importante que detectes esa tendencia a la hora de elegir a tu pareja de forma que no sean tus miedos o tu tendencia automática quien elija por ti.

De esta forma, dándote cuenta, podrás determinar si te estas dejando llevar por esta tendencia o si por el contrario, en este momento estás uniéndote a alguien con quien eres compatible y con quien puedes construir una relación saludable.

Para elegir adecuadamente a nuestra pareja antes, debemos conocer y reflexionar acerca de nuestros propios valores personales y morales. Ese debe ser el punto en común en una relación y por lo tanto ese es el mejor indicador o pista para saber si estamos eligiendo bien o simplemente “dejándonos llevar” por nuestras ganas de tener compañero/a de vida.

Esta es también la base de donde nace la admiración hacia nuestra pareja, algo que produce que nos sintamos orgullosos de esa relación.

Pedir cambios en la forma de ser o  pretender que nuestra pareja modifique sus valores, nos llevará a una lucha infructuosa, ya que el amor debe partir de la aceptación mutua.

Los acuerdos o procesos de toma de decisiones son necesarios para la convivencia y el diseño del  proyecto de vida en común, pero las discusiones no deben convertirse en una lucha por imponerse el uno sobre el otro. La perspectiva de que podemos ayudar a la otra persona para que cambie, esconde nuestro deseo oculto de que sea alguien que no es.

Si insistes siempre en generar los mismos cambios y no encuentras la armonía con esa persona obviamente, las piezas del puzle no encajan.  Es ese alto nivel de esfuerzo, el que nos indica que estamos forzando una relación.

¿Por qué preferimos estar mal acompañados que estar sin pareja? El romanticismo que hemos heredado es una cultura que nos ata a relaciones insanas, destruye nuestra dignidad y hace que nos autoengañemos para aceptar lo inaceptable.

Si sufro constantemente, si soy infeliz desde hace mucho tiempo pero no me siento capaz de romper es porque existe una dependencia emocional. Si este es tu caso y has tomado ya conciencia de ello puedes pedir ayuda a un psicólogo. Rendirse y aceptar que no somos felices puede ser el primer paso para encontrar la serenidad y tranquilidad.

En definitiva, el amor es algo hermoso y no hay que sacrificarlo para retener a la persona equivocada.