Los cuentos son una herramienta complementaria de la psicoterapi
a, ya que abordan aspectos simbólicos. Ayudan a establecer una analogía entre el mundo fantástico y las situaciones cotidianas.
En terapia, el uso de cuentos o metáforas permiten a la persona llegar a sus propias conclusiones sin que tenga que ser dirigido directamente por el terapeuta. Para que sea eficaz la persona se tiene que ver reflejada en el cuento o la metáfora, identificándose con alguno o algunos de los personajes que aparecen en la narración.
Hay cuentos que sirven para experimentar, expresar o identificar emociones y otros que nos ofrecen posibles soluciones o aprendizajes.
Por ejemplo, el cuento de Pulgarcito, nos lleva a reflexionar sobre los propios temores a intentar valerse por nosotros mismos, así como encontrar nuestras fortalezas para ganar confianza y seguridad.
Los cuentos establecen vínculos porque además de ser el primer contacto con la literatura, los cuentos constituyen algunas de las impresiones más hondas y duraderas que una persona pueda experimentar. Son preventivos ya que brindan coordenadas éticas y fomentan la creatividad.
A continuación, te cuento un cuento:
“TU PROPIO JUICIO”
A un oasis llegó un joven. Después de tomar agua y asearse le preguntó a un anciano que se encontraba descansando:
– “¿Qué clase de personas viven aquí?”
-El anciano le preguntó: ¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tu vienes?
-“Un montón de gente egoísta y mal intencionada “replicó el joven. “Estoy encantado de haberme ido de allí”.
-A lo cual el anciano comentó: “Lo mismo habrá de encontrar aquí”.
Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó: ¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta: -“¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes? .
-“Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.” dijo el joven.
– “Lo mismo encontrarás aquí”, respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo: ¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cual el viejo contestó: “Cada uno de nosotros solo puede ver lo que lleva en su corazón. Aquel que encuentra cosas buenas y bellas en los lugares en donde se encuentra, encontrara lo mismo en cualquier lugar a donde vaya, por el contrario el que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosas buenas aquí ni en ninguna otra parte.”
MORALEJA: Si te sientes dolorido por alguna causa externa; no es eso lo que te perturba, sino tu propio juicio sobre ella.