La persona inhibida, prioriza las emociones, sentimientos y prioridades de los demás antes que los suyos, posponiendo siempre lo que quieren en función de los deseos de las personas que le rodean. Respetan a los demás pero no se respetan a sí mismos.
En el extremo contrario están las personas agresivas, es decir, excesivamente asertivas, que no saben o no desean comunicarse de forma adecuada. No respetan a los demás porque priorizan su bienestar y sus deseos, pero sin empatía y de una forma egoísta lo que produce a largo plazo que las personas que lo rodean se alejen.
¿Qué es la comunicación asertiva?:
La asertividad es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular ni manipular a los demás.
Supone saber defender las propias necesidades o tus derechos frente a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o violentos.
Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro.
Es una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir, o perjudicar, actuando desde la autoconfianza.
La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos:
- Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
- Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
- Derecho a tener sus propios valores y opiniones.
- Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
- Derecho a ser uno el único juez de sí mismo, a experimentar y a expresar los propios sentimientos.
- Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
- Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
- Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
- Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
- Derecho a pedir lo que se quiere.
- Derecho a ser independiente.
- Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo y con el propio tiempo y las propias propiedades.
- Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
- Derecho a ignorar los consejos de los demás.
- Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
- Derecho a estar solo aún cuando deseen la compañía de uno.
- Derecho a no justificarse ante los demás.
- Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
- Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
- Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
- Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
- Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
- Derecho a sentir y expresar el dolor.
- Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y en los casos límites en los que los derechos de cada uno no están del todo claro, llegar a un compromiso viable.
- Derecho a escoger no comportarse de una forma asertiva.